sábado, 31 de octubre de 2009

Historias del Sevici


En algunos países del Mundo, las personas pueden dejar sus bicicletas en la puerta de sus casas y sin candado. Eso ocurre en ciudades con gente civilizada y humilde, seres humanos que saben que la bicicleta es el único medio de transporte para muchos y por ello respetan la propiedad ajena.
En Sevilla, y por extensión en España, no es así. Dejar la bici en la calle, bien aparcada y con un candado aparentemente irrompible, no basta para evitar su secuestro. Las bicicletas se roban y aparecen al poco tiempo en los mercadillos de segunda mano, mientras las autoridades hacen la vista gorda.
La mayoría de los recién llegados a Sevilla no conocen esta realidad. Por eso, se producen situaciones surrealistas. Contextualicemos: viernes tarde. Estación de Sevici (servicio de alquiler público de bicicletas del Ayuntamiento de Sevilla) en la Facultad de Comunicación. Hay una nota post-it pegada en la borneta que ancla las bicicletas. Una persona ha escrito el siguiente mensaje:
"Al técnico! He depositado esta bici aquí y no la reconoce por lo que me dice que la tengo alquilada. Llámeme al 6xxxxxxxx".


Bastante tienen los técnicos de Sevici con subsanar los destrozos derivados de actos vandálicos como para llamar por teléfono a los que sufren un fallo del sistema de alquiler. Sería normal que los técnicos sólo atendieran casos de averías o errores, pero aquí lo normal es retorcido. Un consejo para todos los usuarios de Sevici (incluida la persona que escribió la nota): si tenéis algún problema, llamad al 954516885, que es el mismo número que el 902011032, pero, al ser un fijo y no un 902, sale más barato.

sábado, 24 de octubre de 2009

Salas X: Un negocio desconocido


Gracias a Samu, el mejor periodista cinematográfico que conozco, he sabido que la película Saw VI ha sido calificada como "X" por el Ministerio de Cultura. Como consecuencia, en España la cinta sólo podrá ser proyectada en salas X, que son sólo ocho en nuestro país Y es que la calificación "X" no sólo se relaciona con películas pornográficas, sino que también incluye a aquellas con alto contenido de violencia, como es el caso de Saw VI y de sus cinco predecesoras, todo hay que decirlo.
También gracias a Samu, he conocido cuál es la página del Ministerio de Cultura en la que se publican las calificaciones oficiales de cada película. En ese sitio web, me he llevado una sorpresa: cada mes se estrenan una gran cantidad de producciones pornográficas. Por ejemplo, de las 65 obras cinematográficas que pasaron por el filtro de la calificación gubernamental en septiembre, 20 eran películas X.
Si se tienen en cuenta estas y otras cifras, resulta extraño que sólo haya 8 salas X en España. El cine X parece tener un público superior al de otras proyecciones minoritarias, como las de cine independiente o las que se hacen en versión original. Sin embargo, parece que los espectadores de cine X no van a las salas para deleitarse con nuevos argumentos. Está claro que buscan otro tipo de placeres.