domingo, 28 de febrero de 2010

El último tren

Nuria, Miguel, Rafa, y Alberto. Tres almendralejenses y una chica de Aceuchal (o piporra, su gentilicio reconocido) que en el 2003 decidieron unirse y formar El último tren. Han pasado ya 7 años y los he visto tocar innumerables veces, pero ahora con su último trabajo no puedo más que quedarme pasmado. El videoclip, la letra, la música,... todo se ha unido perfectamente en Recuerdos, el single de su album "Patas Arriba". Ahora no puedo más que sentirme enormemente orgulloso por ellos. Si siguen así, llegarán lejos. Aquí os dejo el videoclip en cuestión para que lo disfrutéis.


Recuerdos [2010] (7D Music Video) from Manuel Benito de Valle on Vimeo.

sábado, 2 de enero de 2010

Ante la crisis, pluriempleo

El 2010 ha empezado y la crisis no ha terminado. Muestra de ello es la siguiente imagen, que recopila tres anuncios vistos en las paredes de Sevilla, hechos por la misma persona y con el mismo teléfono de contacto. Esto sí que es pluriempleo y versatilidad.

martes, 8 de diciembre de 2009

Estafa legal

Todo el mundo sabe que si ve en una calle a unos trileros, estos le estafarán. Quizás dejen que de vez en cuando alguien gane un poquillo de dinero, e incluso que en más de una ocasión utilicen el cebo de un cómplice que gana una pequeña fortuna para atraer a unos pocos ilusos dispuestos a perder su dinero. Pero no deja de ser una actividad ilegal, castigada con una falta.

También existen otros timos clásicos, como el clásico del toco mocho, convencer a la gente para que invierta en algo inexistente, fraudes inmobiliarios, impuestos extraordinarios que únicamente lucran a unos pocos dirigentes... y así puede seguirse enumerando y subiendo la escala de delitos de fraude en España. Pero hay un tipo de delito que podemos observar todos los dias todos los españoles a partir de la media noche.

Las parrillas españolas se han llenado de unos programas de calidad infame consistentes en una chica o chico, generalmente de buen ver, que proponen juegos facilísimos a los espectadores. Lógicamente, el número del programa es de tarificación adicional y le soplan a uno mas o menos un euro y medio por minuto, teniéndole en espera largo rato y no llegándole a pasar a directo casi nunca. El enganche de estos programas es que la prueba es tan súmamente fácil que cualquier espectador la conoce, pero resulta que "casualmente" al programa sólo llaman ineptos que fallan una y otra vez. ¿Mucha casualidad,no? Miembros del propio programa llaman y "saturan" las líneas diciendo las barbaridades que oímos cada noche y hacen esperar deliberadamente a aquellos pobres que llaman pensando que pueden llevarse el bote que prometen.



Bien, con eso que ya he comentado ya se puede ver cómo los llamados Call Tv son una estafa. Pero aún así, parece que se mueven dentro de la legalidad. Pero también hay que resaltar que el programa no deja de ser un concurso en el cual el cliente paga su participación con su llamada, y debe tener ciertas garantías de que, en caso de que llegase a participar en directo, debe de tener todas las garantías de que podrá ganar su premio si supera convenientemente todas las pruebas. Eso está reglado por ley, al igual que muchos sorteos de revistas, periódicos, las loterías y apuestas, etc. Y puede ser denunciado. El colmo es que muchos de estos programas trastocan el verdadero resultado de sus pruebas para que no pueda ganarse el premio. Así, en ciertos programas que proponen un pequeño cálculo, la respuesta contenida en el sobre no se ajusta con el resultado verdadero del cálculo.



Llegando aún más lejos, ha habido programas en los que el concursante acierta todas las respuestas de los sobres y, descaradamente, le niegan el premio con una excusa risible y cortan su llamada. Si no, miren el siguiente video y fíjense sobre todo en la cara de la presentadora cuando ve que aciertan todas las letras del sobre:



La excusa que pone La Sexta es que el concursante ha debido de hacer trampas. Pero no es así, el concursante ha acertado y debe entregársele el premio -luego ya se investigará si ha habido trampas por parte del concursante o no, pero en el programa él lo ha ganado-. En fin, vivimos en un país en el que se castiga más a un pobre inmigrante que trata de ganarse el pan vendiendo cuatro discos en una manta que a varias cadenas privadas que estafan a decenas de miles de espectadores todas las noches.


BONUS: Para terminar una selección de programas con sus "exhuberantes" presentadoras. Ideales para no sentirse solo a esas horas de la noche ¿Quién puede resistirse?


En el primero, la presentadora tiene dos poderosas razones plásticas para mantener la atención de los espectadores menos animados.


En el video que sigue, el concursante acierta la respuesta (3,54) y se la niegan.



En éste, la pobre presentadora tiene mucha calor. Igual que los espectadores.



Con presentadoras así, normal que salga el graciosillo de turno que haga referencia a sus dos poderosos atributos.

lunes, 30 de noviembre de 2009

Los platos rotos



“El pago por el contenido en Internet es fundamental. ¿Cómo no va a cobrarse por algo que tiene un valor?”

Antonio Fernández Galiano

Presidente de la Asociación de Editores de Diarios Españoles

Consejero delegado de Unidad Editorial


Los periódicos de papel siguen en decadencia. Sus directores y los directivos de las grupos mediáticas saben que cada lector que se pierde en papel es irrecuperable, ya que se ha pasado a la Red. Por ello, intentan hacer malabarismos para mantener su cuenta de beneficios. En los últimos días, los periódicos del grupo Vocento han decidido cambiar su diseño para hacerlo más gráfico. El resultado es un producto cuyo continente es muy parecido al del diario Público. En pocas palabras: ni innovan ni consiguen sorprender al cliente.


Internet golea al papel en todo: inmediatez, espacio ilimitado, volumen de información –y, por tanto, desinformación–, integración audiovisual... Las promociones son lo único exclusivo de los periódicos, pero tienen poco que ver con el Periodismo. Han salvado las ventas en los últimos años. Una parte de los lectores no compra el periódico por el producto informativo en sí, sino por su acompañante material. La publicidad ha pagado siempre la labor del periodista, ya que el precio de cada ejemplar es simbólico. El lector paga la impresión y las promociones. Pero en Internet no hay nada de eso.


Algunos peces gordos de las empresas informativas insisten en cobrar por los contenidos en Internet. Quieren que el lector pase de ser el que hace posible los contratos publicitarios a ser quien subvencione de su bolsillo (electrónico) el Periodismo. Están equivocados. Quieren que el público pague los platos rotos por la mala reconversión del sector. Siempre se dice que el mundo de la comunicación está a la última, pero eso significa que el resto de actividades no puede alcanzar siempre su nivel de progreso.


Los medios aún no han convencido a las empresas de que publicitarse en Internet puede ser igual o más positivo que en el papel. No se fían de la Red. No consiguen hacerles ver el abanico de posibilidades que se abre gracias a una sencilla segmentación del mercado o al gran número de formatos posibles. Además, a los periódicos se le acaban con sus ediciones digitales chollos como los anuncios de prostitución. Ya hay bastantes formas de acceder al sexo y la pornografía en la Red. Y quieren que paguemos los platos rotos por realidades como éstas.


Internet aún no está al alcance de cualquiera. Primero, por la falta de alfabetización tecnológica de las generaciones de mayor edad, que sí leen periódicos. Segundo, porque la Red no llega a todos lados y la calidad de las conexiones deja mucho que desear. Vivo en un pueblo de 1.200 habitantes y tengo Internet con Telefónica, la empresa menos mala gracias a la herencia de su monopolio. Me cobra, por obligación, yonosecuantos megas al mes. Pero sólo puede ofrecerme tres. Es lo que hay, o lo tomas o lo dejas. Pago una buena cantidad al mes por una conexión deficiente. Ahora quieren cobrarme por leer un periódico en Internet. ¿Compraría usted un periódico mal impreso y con las hojas rotas? Pues eso.


En los medios impresos, se paga el papel y la tinta. En los medios digitales no hay ni papel, ni tinta. No es necesario que se aplique un canon de la prensa a los contratos de Internet, como ocurre con la SGAE y los discos vírgenes. En Internet sigue habiendo publicidad, más y con mejores posibilidades. Y, lo que es aún más importante, hay blogs. Y fuentes de información gratuitas. Y redes sociales. Son gratis y la gente sabe usarlas. Así que, si los responsables de los periódicos digitales creéis que debéis cobrar, cobrad. Pero yo no pagaré vuestros platos rotos.


También publicado en el blog de Rafa Ávalos: En cordobés

martes, 17 de noviembre de 2009

Un poquito de apariencia


No me gusta el lenguaje de los políticos, porque saca a la luz sus defectos y sus ambiciones socialmente reprochables. No me gusta que se hable de oposición como los partidos contrarios al que está en el poder. ¿A qué es la oposición? ¿No se supone que todos los partidos representan a los ciudadanos y tienen un mismo fin, el de la prosperidad de un pueblo? Los partidos no deberían luchar entre ellos por llegar a lo más alto, sino aceptar su papel, sea el que sea, en la democracia.

Por eso no me gustan declaraciones como éstas de María Dolores de Cospedal. En nuestra sociedad, el único adversario de un partido político debe ser aquel que tiene un comportamiento opuesto a la democracia. Por lo menos, pido que haya un poquito de apariencia en las palabras de nuestros representantes políticos.

sábado, 31 de octubre de 2009

Historias del Sevici


En algunos países del Mundo, las personas pueden dejar sus bicicletas en la puerta de sus casas y sin candado. Eso ocurre en ciudades con gente civilizada y humilde, seres humanos que saben que la bicicleta es el único medio de transporte para muchos y por ello respetan la propiedad ajena.
En Sevilla, y por extensión en España, no es así. Dejar la bici en la calle, bien aparcada y con un candado aparentemente irrompible, no basta para evitar su secuestro. Las bicicletas se roban y aparecen al poco tiempo en los mercadillos de segunda mano, mientras las autoridades hacen la vista gorda.
La mayoría de los recién llegados a Sevilla no conocen esta realidad. Por eso, se producen situaciones surrealistas. Contextualicemos: viernes tarde. Estación de Sevici (servicio de alquiler público de bicicletas del Ayuntamiento de Sevilla) en la Facultad de Comunicación. Hay una nota post-it pegada en la borneta que ancla las bicicletas. Una persona ha escrito el siguiente mensaje:
"Al técnico! He depositado esta bici aquí y no la reconoce por lo que me dice que la tengo alquilada. Llámeme al 6xxxxxxxx".


Bastante tienen los técnicos de Sevici con subsanar los destrozos derivados de actos vandálicos como para llamar por teléfono a los que sufren un fallo del sistema de alquiler. Sería normal que los técnicos sólo atendieran casos de averías o errores, pero aquí lo normal es retorcido. Un consejo para todos los usuarios de Sevici (incluida la persona que escribió la nota): si tenéis algún problema, llamad al 954516885, que es el mismo número que el 902011032, pero, al ser un fijo y no un 902, sale más barato.

sábado, 24 de octubre de 2009

Salas X: Un negocio desconocido


Gracias a Samu, el mejor periodista cinematográfico que conozco, he sabido que la película Saw VI ha sido calificada como "X" por el Ministerio de Cultura. Como consecuencia, en España la cinta sólo podrá ser proyectada en salas X, que son sólo ocho en nuestro país Y es que la calificación "X" no sólo se relaciona con películas pornográficas, sino que también incluye a aquellas con alto contenido de violencia, como es el caso de Saw VI y de sus cinco predecesoras, todo hay que decirlo.
También gracias a Samu, he conocido cuál es la página del Ministerio de Cultura en la que se publican las calificaciones oficiales de cada película. En ese sitio web, me he llevado una sorpresa: cada mes se estrenan una gran cantidad de producciones pornográficas. Por ejemplo, de las 65 obras cinematográficas que pasaron por el filtro de la calificación gubernamental en septiembre, 20 eran películas X.
Si se tienen en cuenta estas y otras cifras, resulta extraño que sólo haya 8 salas X en España. El cine X parece tener un público superior al de otras proyecciones minoritarias, como las de cine independiente o las que se hacen en versión original. Sin embargo, parece que los espectadores de cine X no van a las salas para deleitarse con nuevos argumentos. Está claro que buscan otro tipo de placeres.