martes, 17 de noviembre de 2009

Un poquito de apariencia


No me gusta el lenguaje de los políticos, porque saca a la luz sus defectos y sus ambiciones socialmente reprochables. No me gusta que se hable de oposición como los partidos contrarios al que está en el poder. ¿A qué es la oposición? ¿No se supone que todos los partidos representan a los ciudadanos y tienen un mismo fin, el de la prosperidad de un pueblo? Los partidos no deberían luchar entre ellos por llegar a lo más alto, sino aceptar su papel, sea el que sea, en la democracia.

Por eso no me gustan declaraciones como éstas de María Dolores de Cospedal. En nuestra sociedad, el único adversario de un partido político debe ser aquel que tiene un comportamiento opuesto a la democracia. Por lo menos, pido que haya un poquito de apariencia en las palabras de nuestros representantes políticos.

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