¿Por qué digo ésto? Pues por la entrada en vigor del artículo 27, por el cual el alumno es obligado a matricularse de todas las asignaturas que tenga suspensas al año siguiente. Un completo despropósito porque... ¿no querían una Universidad libre? Pues que nos dejen libertad para elegir las asignaturas que queramos cuando queramos.
Pero no solo eso. Además, al menos en el caso de la Facultad de Comunicación -y, según tengo entendido, también en otras facultades como la de Ciancias del Trabajo- no han previsto el aluvión de matrículas que se produciría en las asignaturas más solicitadas debido al número de suspensos que suelen producir año tras año. Así, en Publicidad y Relaciones Públicas se han limitado a ofertar 100 plazas que han sido cogidas por 100 afortunados inmediatamente. Debido al dichoso artículo 27, uno no puede finalizar su matrícula hasta que no se haya matriculado de todo lo suspenso. Pero no solo eso, encima, la página de la automatrícula no da ninguna opción para guardar los valores seleccionados y la gente permanece metida permanentemente por miedo a perder las plazas que habían señalado en sus asignaturas. ¿Todo esto a qué conlleva? Pues a que el servidor se colapse. Que la gente pierda su plaza y los nervios y haya muchos que estén viviendo esta mañana con incertidumbre sin saber si podrán matricularse este curso o por el contrario tendrán que buscarse otra cosa.
Señores responsables de la Universidad, no sólo han aceptado ese maldito artículo 27, sino que además no han hecho nada por facilitar la fluidez de las matriculaciones en el día de hoy. Sospecho que para subir el precio de cada crédito con Bolonia y obligar a muchos alumnos a engrosas sus matrículas con asignaturas que puede que no aprueben no habrán dudado en firmar, puesto que eso representa jugosos beneficios para la Universidad. Pero a la hora de dar el callo nadie hace nada y evaden responsabilidades.
Vergüenza es lo que siento
Pero no solo eso. Además, al menos en el caso de la Facultad de Comunicación -y, según tengo entendido, también en otras facultades como la de Ciancias del Trabajo- no han previsto el aluvión de matrículas que se produciría en las asignaturas más solicitadas debido al número de suspensos que suelen producir año tras año. Así, en Publicidad y Relaciones Públicas se han limitado a ofertar 100 plazas que han sido cogidas por 100 afortunados inmediatamente. Debido al dichoso artículo 27, uno no puede finalizar su matrícula hasta que no se haya matriculado de todo lo suspenso. Pero no solo eso, encima, la página de la automatrícula no da ninguna opción para guardar los valores seleccionados y la gente permanece metida permanentemente por miedo a perder las plazas que habían señalado en sus asignaturas. ¿Todo esto a qué conlleva? Pues a que el servidor se colapse. Que la gente pierda su plaza y los nervios y haya muchos que estén viviendo esta mañana con incertidumbre sin saber si podrán matricularse este curso o por el contrario tendrán que buscarse otra cosa.
Señores responsables de la Universidad, no sólo han aceptado ese maldito artículo 27, sino que además no han hecho nada por facilitar la fluidez de las matriculaciones en el día de hoy. Sospecho que para subir el precio de cada crédito con Bolonia y obligar a muchos alumnos a engrosas sus matrículas con asignaturas que puede que no aprueben no habrán dudado en firmar, puesto que eso representa jugosos beneficios para la Universidad. Pero a la hora de dar el callo nadie hace nada y evaden responsabilidades.
Vergüenza es lo que siento
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